31 julio 2013

Dos mitades nocturnas

        El insecto marrón y el insecto rojo se batirán a duelo el día de hoy, en lo espeso de la fronda del jardín. Han sido convocados los padrinos, un par de tunantes luciérnagas que también proveen la fosforescencia del espectáculo. El insecto marrón sufre en su despecho por un amor no correspondido pero que mancilla su noble nombre de escarabajo de amargas cortezas. Su contraparte roja, un pequeño coleóptero de legumbres amarillas, muestra su sonrisa probóscide como si no importara el tamaño de su oponente ni el peso tremendo de sus apéndices que tranquilamente podrían partirlo en dos mitades nocturnas y comestibles. No sospecha el grandullón, que las luciérnagas fueron levemente seducidas por unas libaciones de néctar fermentado, y que la noble dama en discordia, una tímida avispa, esa misma mañana de abril le había hecho entrega al alfeñique, no sin ciertos arqueamientos tentadores de sus pestañas, de una espina de naranjo hábilmente untada con la ponzoña de su propio aguijón de enamorada.


No hay comentarios.: