31 julio 2013

Libros

Tengo que dejar de acumular tantos libros,
tengo que dejar de soñarlos poco a poco.
Y escribir ahora aunque quiebre mis dedos,
aunque deba abrir mis ojos para siempre.

Las viles novelas y las vastas enciclopedias,
se precipitan desde los estantes de mi vida,
de Benedetti  toman su inquieta geografía
y este suelo ya es más que Borges y su eco.

Debería pues, quitar los libros de mi vista,
sus innumerables letras que me indignan.
Y fingir que la mejor poesía ya fue escrita,
y que mis miembros desistan su existencia.

El más ligero párrafo de Conrad me duele,
Stevenson, Poe, se escapan de mis noches,
Melville pincela de blancura todo lo terrible
y Lovecraft me señala que la llama purifica.

Tengo que dejar de acumular tantos libros,
tengo que dejar de soñarlos poco a poco.
Y escribir ahora aunque quiebre mis dedos,
aunque deba abrir mis ojos para siempre.


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