Teratogénesis
La
nada, el blanco cegador de la inconsciencia, un sonido lejano, imperceptible al
comienzo, como un pulso, un latido, un corazón que llama a la guerra.
Pero
para estar dispuesto a librar combate, primero hay que existir, adquirir forma
y tomar consciencia de la propia entidad, del propio ser.
A ello
estaba destinado el pulso lejano, el latido que ya adquiría las dimensiones de
un relámpago atronador, a levantar legiones dispuestas al combate, millones que
librarían la última guerra, el combate primordial contra el tirano de la carne
y las consciencias dormidas.
Pronto
se levantarán ejércitos cuyo único hálito vital significará la destrucción,
arrasar, no dejar piedra sobre piedra.
La
victoria a través de la auto aniquilación, locura suicida con el único fin de
cambiar lo establecido, de forzar a la naturaleza misma, de violarla y quitarle
sentido.
Hace
unos instantes no existías, y ahora estás aquí, respiras, te mueves y conoces
tu misión, vaya si la conoces, tu nacimiento mismo es tu "misión",
aquello que es tu designio y te da razón de ser.
Pero
te cuesta asimilar que has sido arrancado de la nada misma solo para luchar y
volver al final a la misma nada, asimilar que fuiste depositado en este lugar
que te parece ominoso, frío y peligroso...
Te
reconforta el hecho de no saberte solo, tu nacimiento viene acompañado de
millones como tú, milagroso nacimiento multitudinario, legiones abigarradas de
soldados temblorosos pero letales, dejados en una tierra extraña, una tierra
alienígena, que los siente, los huele, que ya sabe de vuestra presencia, y esta
tierra buscará tu muerte y la de tus hermanos.
La
oscuridad del entorno se ilumina con millares de descargas, es el comité de
bienvenida, se huele la muerte, que comienza a campar a sus anchas cual mastín
del infierno babeando entre la corruptela de los cuerpos desmembrados.
Ya
sabes cuál es tu misión, serás la avanzada que llegará a las blancas columnas
gemelas, una vez conquistadas, establecerás el puesto de mando central y de
allí a la conquista global, al santuario púrpura de los monjes escarlata, a las
grandes planicies donde pacen los rebaños, y de salir todo bien, al centro
Madre, a la gran ciudad donde todo se decide, y allí a plantar la bandera de la
victoria, en el mismo centro neurálgico de esta tierra babélica, cargada de
pecados y pesares.
El
momento ha llegado, la orden de inicio del ataque ha sido emitida, te pones en
marcha, codo a codo con tus millones de hermanos, avanzas por interminables
autopistas, y entonces los ves, salen a tu encuentro los soldados del ejército
rojo, luchan, no muy convencidos, entiendes que no son el verdadero enemigo, se
pueden corromper fácilmente, volverlos aliados, nuevos soldados para la causa.
Los
verdaderos enemigos pertenecen a un antiguo cuerpo de elite, son el Ejercito
Blanco, fantasmas portadores de muerte y venganza, a ellos no se los puede
corromper, no se venden, no les interesa siquiera escuchar, atacan ciegamente,
los mueve un furor homicida, son tu Némesis y el mayor obstáculo en tu camino.
El
combate es cuerpo a cuerpo, sangriento, una epopeya dramática, ambos bandos
sienten la enorme sangría, pero los tuyos comienzan a prevalecer, ya están
dejando su marca, y el enemigo lo siente en sus mismas entrañas.
Entonces,
cuando la victoria parecía segura, cuando ya nada parecía interponerse en tu
camino y el de tus hermanos, algo sucede, algo comienza a llover de los cielos,
es el enemigo, el maldito enemigo contraataca con todo su poder, los abismos
mismos del averno parecen abrirse. Explosiones fosforescentes de radiactividad,
nubes cargadas de sustancias químicas, rayos que iluminan la noche con colores
nunca vistos, y de repente...sientes el dolor...
El
dolor te lacera hasta los tuétanos, este dolor es aún peor que haber nacido, el
dolor es multicolor y multiforme, asciende en remolinos de fuego insoportables,
se derrama como voluptuosa lava destructora, y tienes que retroceder, o serás
destruido junto a tus hermanos...
¿¿Cómo
va respondiendo al tratamiento... Doctor??
-Quédese
tranquila señora, los tumores eran muy agresivos, y temí lo peor, pero el
ataque con rayos y quimioterapia los está aniquilando, tengo las mejores
expectativas.
Gonzalo
Hausser, cuenta con 42 años, es Supervisor de Seguridad, ha hecho media carrera
de Historia. Amante de lo extrañamente épico y la fantasía macabra. Palabras
referenciales de Ashton Smith, Jean Lorrain, Arthur Machen o William Hodgson.
Discípulo del ciclo Lovecraft. Bienvenido a mi blog.
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