Niña callada y
solitaria, traslúcida de playas,
es hermoso observar el
mar como tu lo haces,
pero allí no se encuentran
todas las verdades,
de todos modos, que
hermoso es mirar el mar.
No te he visto
sonreír, bella niña despoblada,
¿Te han quitado el
brillo de alguna estrella?
¿O aún esperas que una
ola empape la luna?
Seguro, es hermosa tu
sonrisa como ese mar.
¿Qué haré para narrarte
la voz de la arena?
Te leeré despacio mi
poesía pequeña tal vez,
un verso simple que
nada vale, nada cuenta,
como esa arena, son solo
palabras en papel.
Niña te asombraras de tu
pequeñez, sentirás,
que aparte de estar
tan callada, tan solitaria,
sientes traslucidez de
otras playas a lo lejos,
tan parecida a mi, tan
inmensamente lejana.
Eres lágrima morena, soñada
dermis parda,
es que veo el
horizonte allende a tu sombra.
¿Por qué tan fija y
quieta tu mustia mirada?
¿Por qué tu castillo
es de arenas y espadas?
Se han enamorado las
estrellas de esos ojos,
en la playa de
cangrejos blancos, esta noche.
Dime niña, tu que
miras ese mar perdurable.
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