25 junio 2013

El olvido de la Luna

Escasos bocados de rocío,
los saboreo, los manipulo,
es la frescura en este instante
del comienzo de la mañana,
antes de que el calor domine
los territorios aún nuevos
y avance sobre terrazas,
pavimentos y personas.

La luna, ya hace unos instantes,
ha desaparecido entre reflejos,
consumida es, por la claridad,
que espanta sombras y silencios,
sé que aún su figura carcomida
y mutilada, de medialuna su cara,
está por allí y que aún nos mira,
cómplice de agobios e ilusiones.

Yo entiendo su apuro de ocultarse,
su temor a permanecer descarnada
frente a la avidez ocular del orbe.

Yo sé de los olvidos y su anatema,
de los que el hombre es prisionero
cuando amanecen sus palabras.


No hay comentarios.: