25 junio 2013

Reptiles urbanos

            ¡Mira! – Dijo – Te confiaré un secreto – Su voz me hacía cómplice de la locura en las penumbras de la callejuela - ¡En mis sueños siempre hay terribles ojos de reptiles desconocidos que me observan desde las profundidades de las alcantarillas! – Preferí entonces, no contradecirlo, ni darme por enterado de los comienzos de una quimera fantástica que terminaría con su cordura; sonriendo le respondí una nimiedad y con una señal imperceptible ordené a mis crepusculares reptiles urbanos que dejarán de perseguir peatones y volvieran a sus nidadas oscuras y abismales.

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