Entre mis islas
no hay gaviotas,
solo pájaros sin
nombres, sin textura.
Mi corazón solo
se mece en el viento,
como una hoja
sin dueño que se duerme.
Entre islas el
agua es:
tentación para
el que naufraga, delicia del artista,
es un camino de
corales y de pasiones,
un vaivén
cansino y calcáreo de colores,
moluscos
protegidos por mareas de nostalgia.
Entonces digo:
No son árboles,
entre islas,
solo ramas secas
de nostalgias.
No son árboles,
entre islas,
solo nervaduras
de un dios dormido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario